Lo imposible
La imposibilidad era algo absoluto. Tan rematadamente evidente que fueron a buscarla al fondo del mar. Decían que se hallaba encriptada en lo más hondo de las aguas. En ese lugar donde el mundo es turbio y húmedo. Lo imposible nunca había dejado de ser un misterio que escapaba de la física y la química. Era algo eterno. Algo superior. Algo mucho más allá de los miles de millones por los que Zuckerberg compró WhatsApp. |