Las radiogafas
En el futuro la radio se escuchaba por los ojos. Las noticias se introducían por la retina y ascendían directamente a la amígdala. El Gobierno del Mundo lo había dictado así después de prohibir las Google Glass. Las radiogafas suponían la globalización total del pensamiento. Acababa así el problema de las diferencias culturales y las divergencias de opinión. Incluso la pereza de elegir qué canal sintonizar. La proyección del mundo estaba configurada con precisión y se emitía desde un satélite instalado en la Luna para evitar atentados terrícolas. A las radiogafas le añadieron dos antenas cuánticas para evitar cualquier tipo de desconexión. Aunque alguien descubrió que tenían efectos secundarios. Un aparato con esa pinta -decían- acabaría reduciendo el cerebro humano al tamaño de un mosquito. |