Mar de agujeros
El mar se llenó de agujeros. Había tanto plástico en el fondo marino que los océanos tuvieron que desarrollar unas branquias para poder respirar. El mar había dejado de ser azul, salado y mojado. Ahora era morado y pastoso. Habían clausurado las playas y sustituido el pescado por un producto de laboratorio, algo así como el chorizo vegano, pero peor. Aquella ‘pulpa salina’, como indicaba en el papelillo de los ingredientes, imitaba las formas y sabores de los pescados de antes. Pero aprovecharon el plan para incluir nuevas líneas de negocio: gallopedro de fresa y coca-cola para los niños y boquerón con aspecto de alcachofa con aletas para los vegetarianos. El gobierno, para acabar con los ecologistas nostálgicos, ordenó quemar todos los libros que hablaran del mar, incluida La iliada y La odisea. «El agua», dijeron, «es el principio de todas las conquistas y el fin de toda subversión». |
Me encanto!