Escacalógico

Diccionario Encliclopédico de Cacas

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La materia oscura es uno de los asuntos más intrigantes de la humanidad. Anda por ahí suelta en el espacio desde la gran explosión.

Pero está lejos…
Muy lejos…
Tan lejos que es casi más difícil de imaginar que el mundo de las ideas de Platón.

Afortunadamente el universo lejano no lo es todo. También existe lo prosaico. El mundo sensible en el que, según Platón, se halla lo impuro y lo trivial. Ahí tiene su réplica la materia oscura y ahí, inesperadamente, puede aparecer en cualquier parte.

Así fue como se presentó un día en la pantalla del ordenador de Juan Díaz-Faes. El ilustrador estaba probando un pincel digital y uno de los garabatos que salió a escena recordaba a una de las formas más adecenadas de la materia oscura.

–Un truño –dijo el ilustrador.

El pintarrajo parecía una caca. Y ahí saltó la chispa cuántica. «Vi esa primera y seguí probando. Aparecieron más y, como tenía que hacer un proyecto visual de libertad creativa, decidí hacer un póster con 30 cacas», relata el dibujante.

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El cartel formaba parte de una exposición colectiva, pero se juntaron tantas obras que la de Díaz-Faes se quedó sin colgar en las paredes de la muestra. Nadie la vio y nadie la compró. El ilustrador se quedó con los pósteres que había impreso para la ocasión y los puso a la venta en su web.

«Hubo muchos pedidos y tuve que imprimir más», cuenta. «Me pidieron copias desde varios países de Europa e incluso de China. Y después me fueron enviando fotos del cartel enmarcado y colgado en varios cuartos de baño».

El éxito del póster encendió una nueva chispa que Díaz-Faes describe así. «Si a la gente le gustan los pasteles, puedo hacer una pastelería». Eso supuso que el ilustrador siguió dibujando hasta que tuvo 200 unidades. La cuestión ahora era cómo empaquetar esos dos centenas en un formato donde se exhibieran bien. Pensó en dos modos: un cartel de gran formato y un libro. El cartel está en camino y el libro ya está publicado.

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Escacalógico es un ‘Diccionario enciclopédico de cacas’ que muestra una clasificación de todos los ejemplares observados, en su riqueza y variedad, dentro del reino de la naturaleza. De cada tipo hay un dibujo y un texto que habla de su aspecto y personalidad.

Díaz-Faes me llamó para llenar el libro de estas palabras y acudió a Relajaelcoco para poner todo el material gráfico en orden. Los dos aceptamos sin miedo y la cosa empezó a rodar en una coedición del dibujante y Yorokobu.

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La información relativa a cada espécimen se tomó de la realidad y la ficción. De referentes culturales, del POP!, de documentos científicos, del realismo mágico… De toda la literatura que nos meten en la cabeza desde que nacemos hasta que morimos y que, entre medias, por algún lado ha de salir.

Díaz-Faes tendrá por fin en su estantería el libro que le faltaba. El ilustrador asegura que lo bueno de su profesión es que «si quieres tener un libro de cualquier cosa en tu biblioteca y todavía no hay nada publicado, lo haces tú y ya está. Problema resuelto». Es más, «no solo es que puedas tener el libro que te gustaría, sino que debes hacerlo». E incluso ir más allá y diseñar unas pegatinas y una tipografía sobre el tema, es decir, en este caso, adhesivos y letras de cacas.

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Al dibujante le interesa el tema por dos motivos. En primer lugar, porque «la caca es como una mascota», dice. «Hay que darle de comer, está siempre con nosotros y tenemos que sacarla a pasear tres veces al día. Además, muchas de las mejores ideas que he tenido hasta ahora, surgieron en el baño».

Y en segundo lugar, porque «la caca es el sexo del siglo XXI», continúa. «En los años 50, era un escándalo hablar públicamente de sexo, al igual que publicar libros sobre ello. Ahora que superamos esa barrera y el sexo ya no es tabú, la caca ocupa su lugar. Como pasaba con el sexo, la caca es algo que todos hacemos a diario (la caca, no el sexo, jeje), pero de lo que no es común hablar».

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Este tratado pseudocientífico y pseudofilosófico aspira a convertirse en un ejemplar imprescindible en todos los hogares del mundo con una mínima inquietud por los asuntos internos. Para Díaz-Faes, «es una forma de cultivarse sobre un tema que está en boga».

«La aportación más significativa es que las personas que lo lean empezarán a fijarse más y mejor en qué hace cada uno en el baño y eso se llama enriquecimiento personal», explica. «Si este libro sirve para que se acuerden de mi cada vez que vayan al baño, habrá merecido la pena».

Puede que tu biblioteca necesite este tratado. En ese caso puedes encontrarlo aquí.

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One Comment

  1. ¡Buenísimo!

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